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Tribulaciones con el Elmar 50/3,5 en mi Leica IIIf

La Leica IIIf es mi cámara más bonita. Y es divertida de usar, aunque tiene una diversidad de pejigueras. La principal es el complejo sistema de carga de la película, con la necesidad de recortar y alargar la lengüeta de la película para evitar problemas. Pero una vez salvada esta pejiguera, como digo, disfrutas mucho de su uso. Además llamas la atención y siempre acabas hablando con alguien si te mueves en un medio con gente. Y es sorprendentemente compacta. Con el Leitz Elmar 50/3,5, un objetivo muy compacto y retráctil, cabe cómodamente en el bolsillo de un chaquetón, de un cortavientos o de una cazadora.

El Elmar 50/3,5 es un objetivo muy sencillo de concepción. A todos los efectos es equivalente a la famosa fórmula Tessar de Carl Zeiss, salvo que lleva la apertura del diafragma en distinta posición. Para algunos, fue simplemente la forma que tuvo Leitz de justificar que era un diseño propio y no una copia del Tessar. Para otros, los más acérrimos partidarios de la marca, es un diseño original. El caso es que comparte muchas de las características de los Tessar. No puede tener aperturas muy grandes, por eso se queda en los modestos f/3,5, o f/2,8 en versiones más recientes. Es muy nítido en el centro, pero presenta cierta "suavidad" en la definición de los bordes y las esquinas. A grandes aperturas. De f/5,6 a f/11 es nítido en su conjunto. Por su reducido número de superficies vidrio-aire, sólo son 4 elementos en 3 grupos, es más resistente a la pérdida de contraste que otros objetivos con más elementos. Y es muy ligero y compacto, más cuando es retráctil al transportarlo.

Pero no carece de inconvenientes. Y es que si al extenderlo para fotografiar no te aseguras de hacer de forma completa y firme, corres el riesgo de que las fotos queden desenfocadas. Y algo así me pasó con unas cuantas fotos, hace unas semanas.

Fotografía claramente falta de nitidez por una extensión incompleta del objetivo retractil Leitz Elmar 50/3,5.

Luego está la sensación que transmite usar un objetivo que empezó a usarse con éxito en los años 20 del siglo XX, y que sigue siendo capaz de producir buenas imágenes en una copia fabricada en 1951, actualmente, en la segunda década del siglo XXI.

Hace unas semanas, antes de las vacaciones de Pascua, decidí dar un paseo con la Leica IIIf "armada" con el pequeño Elmar. Como película usé un carrete de 36 exposiciones de Ilford HP5 Plus 400 expuesto a su sensibilidad nominal. Como la cámara carece de exposímetro, me llevé el Sekonic L-408 Multimaster, que me garantiza siempre exposiciones impecables. El progresivo refinamiento que he ido haciendo en mi técnica de digitalización con la Panasonic Lumix G9 + Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH hace que cada vez me queden mejor las versiones digitales de los negativos en blanco y negro. Y estoy más animado a usarlos incluso a sensibilidades medias-altas.

Iba con prisa el día que revelé el carrete, aunque intenté no ser descuidado. En el Massive Dev Chart, me proponía un revelado de 7,5 minutos a 20 ºC en una dilución E (1+47) de Kodak HC-110. Como a la primera me salió una temperatura del agua de 22 ºC, apliqué la calculadora para corregir los tiempos que me propone esa página, y acabé usando un tiempo de revelado de 6 minutos y 15 segundos. El resultado fue bueno, con negativos de una densidad adecuada, con detalle en sombras y luces y fáciles de digitalizar. Se nota especialmente en los troncos de los árboles a la sombra o en contraluz. Correctamente medido con el Sekonic, conservan su textura, y en ningún momento se empastaron las luces.

Si uno tomas las precauciones necesarias para usar correctamente la Leica IIIf con su Elmar 50/3,5, los resultados son francamente buenos. Sobretodo recordar extraer completa y correctamente el objetivo a su posición adecuada para la toma de las fotografías, para permitir el correcto enfoque. Si no se extrae del todo... enfoca más allá de "infinito" y nada sale nítido. Pero si usa correctamente, enfocando por zonas, utilizando la escala de profundidades de campo del objetivo, o con la ayuda del telémetro de coincidencia de la cámara, las imágenes son nítidas y agradables. Tengo que usarlo con más frecuencia.

La Cartuja Baja - Minox GT-E + Ilford HP5 Plus 400

No ando con mucho tiempo últimamente. Así que hoy voy en breve y con copia y pega. Normalmente lo que escribo y muestro aquí lo reflejo en las redes sociales. Hoy es al revés. Algo de lo que he mostrado en las redes sociales, en el grupo de Fotografía analógica España, lo traigo aquí.

La Cartuja Baja es un barrio rural de Zaragoza que surgió entre lo que fue una de las nueve cartujas que rodeaban la ciudad en tiempos. Además de la iglesia, queda la entrada y algunos de los muros del antiguo monasterio cartujo. Y lo tenía poco explorado fotográficamente, hasta ahora.

Datos técnicos básicos de la toma y el revelado:

Hasselblad con Ilford HP5 Plus 400... fallido

Pensaba trabajar un poco más las fotografías de estos dos rollos de formato 120 de película Ilford HP5 Plus 400 que expuse el sábado pasado con la Hasselblad 500CM, pero voy a considerar la salida como fallida, y no darle muchas más vueltas. Me explicaré.

El sábado hizo un día excelente, quede con una amiga para hacer ejercicio por la tarde, una buena caminata, yo quería conocer algunos parajes poco visitados por mí, y tengo mucha película Ilford HP5 Plus 400 en formato 120 que en algún momento compré... por equivocación. Estoy casi seguro que pensaba pedir Delta 400,... pero me colé. Así que cogí la mochila, la cargué con la Hasselblad 500 CM, el Carl Zeiss Distagon 50/4 C T*, su parasol y un filtro naranja. Era la primera vez que pretendía usar este filtro con este objetivo. No está adaptado al mismo, la rosca es del mismo diámetro pero no del mismo paso, pero pensé que con un poco de cuidado se podía instalar. Y sobre el filtro, el parasol de rosca del objetivo. Aquí empecé a meter la pata... errores de novato.

La idea era salir desde mi casa e ir caminando hasta la pasarela sobre el río Ebro del camino que lleva de Zaragoza al galacho de la Alfranca en Pastriz. El recorrido total del camino son entre 15 y 16 kilómetros. Entre el comienzo del camino en Zaragoza y la pasarela son unos 8 kilómetros. Nosotros fuimos desde otro punto, y el recorrido fue de unos 9 kilómetros hasta la pasarela. La idea era llegar con tiempo para el momento del ocaso, pero alguna parada episódica para tomar alguna fotografía nos hizo retrasarnos,... una media hora. ¿Por qué explico todo esto? Porque cuando te lías con otras cosas y no te centras en el proceso fotográfico acabas por cometer errores.

Errores cometidos, fundamentalmente dos:

Aplicar en serie uno sobre otro el filtro y el parasol. El objetivo de 50 mm es un gran angular, cuyo ángulo de vista en la diagonal es similar a la de un 28 mm en el formato negativo de 24 x 36 mm. Y con estas focales hay que tener cuidado de que los filtros y parasoles no produzcan un viñeteo mecánico al entrar en el campo de visión del objetivo. Ni se me ocurrió pensar de que podía pasar... luego, pasó. Teniendo en cuenta que, para evitar perder superficie aprovechable del negativo, tiendo a encuadrar un poco justo... fotogramas echados a perder, puesto que el reencuadre con lleva una excesiva pérdida de información.

Olvidarme el fotómetro en casa, y decidir estimar la exposición a ojo. Al fin y al cabo, el día era radiante, sin nubes incordiando,... ya sabes, para ISO 400, f/16 y 1/500 segundo de exposición. Como ya estábamos hacia la caída de la tarde... pues f/11. Estupendo... pero claro, el filtro naranja quita dos pasos de exposición. Hasta que te das cuenta de la metedura de pata, negativos subexpuestos. Decidí compensar esta metedura de pata con un revelado n+1. Los conocedores del sistema de zonas saben que esto es el equivalente de "forzar un paso". Es decir, revelar como si hubiese expuesto deliberadamente a un índice de exposición 800.

El revelado lo hice con Kodak HC-110, dilución B (1+31), durante 6 minutos y 45 segundos a 21 ºC. Me han preguntado últimamente porqué uso 21 ºC en lugar de los 20 ºC tradicionales. Bueno, esto es porque estoy tomando los tiempos recomendados en la página de EMULSIVE, y como son anglosajones y usan el número redondo de los 70 ºF (Farenheit), al convertir a grados centígrados da 21 ºC (centígrados o Celsius). A mí, me cuesta lo mismo ajustar la temperatura a 20 que a 21. Los tiempos de la página funcionada me están dando unos resultados muy buenos con las películas de Ilford. Ese tipo y yo debemos de procesar de forma muy similar.

Los negativos quedaron un poco más finos de lo habitual, pero con detalle tanto en las sombras como en las luces. Ahí interviene las características de la película Ilford HP5 Plus 400. Cuando lees por ahí las características de esta película, te encuentras expresiones de lo más variadas. La ficha técnica de Ilford la describe como una película de contraste medio. En algunos sitios he leído que era de contraste alto !?, mientras que en otros se quejan de su contraste apagado, que prefieren la Tri-X de Kodak. Creo que soy de los de esta última opinión, salvo lo de la preferencia por la Tri-X. Mi experiencia me dice que la latitud de exposición es muy amplia, y por eso aguanta los errores de exposición o los tratamientos forzados, manteniendo detalle en las sombras. Y que la curva de contraste sea moderada, ayuda a tener una gama tonal bastante amplia, que hace que a algunos les parezca apagada.

El caso es que a pesar de los errores de exposición, con la medida preventiva de aumentar el tiempo de revelado, los negativos se han salvado. No hay luces empastadas como consecuencia del aumento del contraste derivado de ese mayor tiempo de revelado, y el escaneado es sencillo. Como de costumbre en formato medio, con un Epson Perfection V600 Photo. Como esta película tiene una estabilidad dimensional excelente, no se curva ni se riza, se queda plana, la nitidez del escaneado es muy buena, tan apenas hay que tocarla en el procesado digital. Y como la gama de tonos es muy amplia, escaneándola a 16 bits hay margen más que suficiente para ajustar el contraste... siempre sin pasarse. Porque el grano, aunque aparente, es mucho más moderado de lo que recordaba. Y si lo trasteas mucho en el procesado digital, acaban apareciendo granos como pelotones de Nivea. Y no digamos ya si te empeñas en jugar sin criterio con el deslizador de "Claridad", gran destructor de fotografías perfectamente razonables.

Bueno. Un tarde aciaga, porque además de echar a perder muchos negativos por el viñeteado mecánico del parasol, alguno se salvó de todas formas, porque además de llegar tarde al momento del ocaso, las prisas por recuperar tiempo hicieron que acabar resintiéndome de mi fisura en el menisco derecho. Así que los tres últimos kilómetros, de la pasarela del Ebro a la parada del autobús en el barrio de La Cartuja Baja, los hice cojeando ligeramente. Pero bueno, de todo se aprende.

III Encuentro Analógico AFZ - Excursión a Muel (II); en blanco y negro forzado

Segunda parte de mi crónica fotográfica sobre el III Encuentro Analógico en la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ) (Facebook).

Si en la primera parte os mostraba las fotografías en color que realicé en el Parque Municipal de Muel y os contaba mi experiencia al usar una cámara de un solo uso para realizarlas, en esta segunda parte empezaré a hablar de las fotografías en blanco y negro. Como ya había visitado con anterioridad el lugar, planifiqué el uso de carretes en blanco y negro de acuerdo al previsible orden en que íbamos a hacer la visita al lugar; dejar los coches cerca de la ermita de Nuestra Señora de la Fuente, visitar la ermita con sus pinturas de Goya y luego pasear por el parque.

La ermita está muy aseada, muy cuidada, y sus principal atracción son las pinturas que se encargaron a un joven Francisco de Goya para decorar las pechinas la cúpula que cubre el crucero. Vamos que si la ermita tiene hasta un crucero, os hacéis a la idea de que no es un ermita pequeñita de las que hay perdidas por el monte. Como pudisteis ver en las fotografías en color, se encuentra sobre una presa de origen romano.

De todos modos, lo que más curioso me parece siempre es el cartel indicando el nivel donde llegó una avenida del río Huerva en 1765, que pasa por el pueblo, y que implica una cantidad de agua de carácter notable. Difícil de imaginar para quienes conocemos el aspecto tradicional de este río.

Desde el punto de vista fotográfico, la característica más notable es que la luz es más bien escasa. Sin utilizar el flash y en un encuentro de fotografía argéntica, este implica dos posibilidades. O lo prevés con mucho tiempo y buscas y encargas película de muy alta sensibilidad, que no vas a encontrar en estos momentos en Zaragoza con facilidad, o te dedicas a forzar alguna película más fácil de encontrar y popular.

Esta es la opción por la que opté yo. Aunque normalmente en la gama de los 400 ISO mis películas habituales son la Kodak Tri-X o la Ilford XP2 Super, últimamente estoy probando y cambiando costumbres. Y la película que tenía disponible y con ganas de probar forzando un par de pasos era la Ilford HP5 Plus.

Me llevé como cámara para blanco y negro la Plaubel Makina 67, cámara de formato medio que adquirí en Hong Kong, aparentemente en un estado excelente. Pero pronto empecé a observar una vez que la empecé a utilizar, que se producían filtraciones de luz a través del sistema de fuelle del objetivo retráctil, que es bastante luminoso para ser formato medio, un Nikkor 80 mm f/2,8.

Envié la cámara ha reparar hace unas semanas y me llegó lista para usar pocos días antes de la excursión a Muel. Así que era la ocasión para reinaugurla. Y en primer lugar, por lo tanto le puse un carrete de HP5 Plus, con la intención de exponerlo a un índice de exposición (IE) de 1600 en lugar del 400 nominal de la película. Pero cuando empecé a medir la luz con el fotómetro de medición parcial de la cámara, me di cuenta que con un IE de 1600 iba a ir muy justo. Tendría que usar velocidades de entorno a 1/30 segundo. Puede que quedasen bien, pero con un objetivo de este tipo había un cierto riesgo de quedase trepidadas. Así que al final usé un IE de 3200.

Por lo tanto, he tenido que forzar la película en el revelado nada menos que tres pasos. Según el Massive Dev Chart, con el revelador HC-110 de Kodak a una dilución A de 1:16 (o 1+15, como también podéis ver escrita), esto supone 9,5 minutos a 20 ºC. Agitación, la que uso habitualmente; continua durante los 30 segundos iniciales y luego cinco inversiones cada minuto. Curiosamente, al revelar otro carrete que no tiene que ver con este proyecto posteriormente, me he dado cuenta de que la columna de mercurio del termómetro esta ligeramente fragmentada, por lo que la temperatura real del agua debía de estar entre 21 ºC y 22 ºC. No sé cuantos días lleva así, porque los fragmentos del mercurio están discretamente agazapados en un extremo del termómetro. Tengo que agenciarme otro. El de reserva también tiene la columna de mercurio fragmentada, y peor. El caso es que puedo llevar días o semanas revelando a más temperatura de la debida. En cualquier caso, ese extra energético no me venía mal en esta ocasión.

El resultado lo podéis ver aquí. En general, he obtenido una gama tonal bastante agradable. Y como utilizaba la medición parcial de la cámara apuntando a zonas oscuras, tan apenas hay zonas con negros bloqueados, y no molestan. Creo que mi técnica global ha sido bastante buena. Me ha sorprendido lo discreto del grano. Pero eso puede deberse también al efecto de la limitada ampliación al escanear un negativo de 66 x 53 mm. Con un negativo de 36 x 24 mm el grano sería mucho más conspicuo.

Por supuesto, los colores de las pinturas de Goya no han quedado correctamente restituidos. Cosas del blanco y negro. Pero la experiencia está bien. Me he basado para realizarla en la de Matt Day como la cuenta en un vídeo de su canal de Youtube, que os dejo aquí puesto. En inglés, "sorry".

Y con esto me despido hasta la tercera parte de mi crónica fotográfica del encuentro.

Algunos carretes - Mju-II + Portra 400; Pentax MX + HP5Plus; Pentax MX + Kodacolor 200

Ayer recibí, de una forma un poco accidentada, los últimos carretes que mandé a revelar a Carmencita Film Lab. Son una miscelánea... así que haré un breve comentario de cada uno y os pondré unas fotografías.

Olympus mju-II + Kodak Portra 400 en el Encuentro Analógico

Al encuentro analógico que celebramos hace algo más de un mes ya, además de las cámaras con carretes en blanco y negro llevé también un cámara con un carrete en color, un Kodak Portra 400. La cámara es la Olympus Mju-II, una pequeña joya de los años 90, con un objetivo excelente 35mm f/2,8, muy compacta y con protección contra el polvo y las salpicaduras. Era mi cámara de ir a esquiar. Pero te la podías llevar a cualquier parte. Desde el advenimiento de la tecnología digital la uso poco, pero debería usarla más.

Me la llevé a Nueva York,... y le estoy dando vueltas a llevármela dentro de poco menos de un mes a mis próximas vacaciones.

Os dejo algunos ejemplos

Lo cierto es que la Portra 400 se deja usar en las "malas condiciones" de luz diurna excesivamente contrastada. El único problema, que podéis ver en algún fotograma, es que la lente más externa del objetivo queda muy expuesta y sin posibilidad de poner un parasol, por lo que alguna vez se cuela alguna luz parásita si no está perfectamente limpia.

Un Ilford HP5 Plus que compré en Lucerna

Pues sí. El año pasado, en agosto, me escapé a Suiza, a Lucerna concretamente, unos días. Me llevé la Leica M2 para hacer algo de blanco y negro. Pero tuve la impresión de que iba a hacer corto con los Kodak Tri-X que me llevé de casa, y compre en Lucerna un par de carretes de Ilford HP5 Plus. No tenían Tri-X. Expuse uno. Y el otro se quedó en la nevera a la vuelta, olvidado.

Reordenando la nevera hace unas semanas me lo encontré. Así que calce la Pentax MX con el Industar-22 50/3,5 con el adaptador correspondiente, y me fui a hacer fotos el día del 1º de Mayo. Me di un paseo por el domesticado soto de La Almozara.

A falta de unas nubecillas que hiceran menos soso el cielo de un día totalmente despejado con sol y viento, la HP5 Plus agradeció que usase un filtro naranja que impidió que esos sosos cielos quedaran totalmente blanquecinos.

Lo terminé al día siguiente entre las escaleras del IAACC Pablo Serrano.

La primitiva fórmula óptica del Industar-22, una copia de un Tessar primitivo con una apertura máxima de sólo f/3,5, puso en apuros a la HP5 Plus en interiores. Pero salimos con vida del apuro.

Kodak ColorPlus 200 - la opción barata de Kodak

Salvo que busques alguna aplicación o un rendimiento muy específicos, en estos momentos la reina de las película negativas en color es la Kodak Portra 400. Podemos decir que la Portra 160 y la Ektar de Kodak pueden ofrecer mejores resultados en retrato y paisaje respectivamente. Y que la gama de Fuji también merece la pena un vistazo. Pero la versatilidad de la Portra 400, que se puede exponer sin mayores problemas con unos índices de exposición entre 50 y 800, e incluso hay quien la fuerza a 1600 alterando el tiempo de revelado, no tiene parangón. Entre 50 y 400 ofrece una calidad excelente, y usarla por defecto a IE 200 es una garantía. Pero tiene un problema. Se está poniendo muy, muy cara. E incluso está habiendo rupturas de stock que hacen que su disponibilidad sea baja. En estos momentos se encuentra a precios entre 8 y 10 euros el carrete con 36 exposiciones.

Hice un encargo a Foto-R3 hace unas semanas de químicos para revelado en blanco y negro, y cotilleé su oferta de películas en color. Y encontré la Kodak ColorPlus 200 por 2,68 euros el carrete con 36 exposiciones. La tercera parte del premio de su prima más lista. Probablemente es muy similar, si no es la misma, que la que en otras ocasiones se vende o vendía como Kodak Gold 200.

Decidí coger unos cuantos carretes, y probé el primero con la Pentax MX calzada con el "pancake" de la marca, el SMC-M 40 mm 1:2,8. Un objetivo este que uso poco, porque está claramente por debajo de cualquiera de los dos 50 mm de la marca que tengo, el SMC-A 50/2 o el SMC-M 50/1,7, o del SMC-A 35/2,8. Este objetivo se encuentra en medio de estas posibilidades... pero como estos otros objetivos son claramente mejores y más cómodos de usar... De hecho, mi opción para ir ligero suele ser el 50/2, que aunque sobresale más que el 40 mm es poco menos ligero.

Pero cuando un objetivo de su época se usa a sus aperturas óptimas, f/8 - f/11, tampoco supone mayor problema. Y me apetecía llevar poco bulto en la bolsa que uso entre semana.

Resultados...

En primer lugar, decir que más bien está expuesto a un IE de 125 que a su sensibilidad nominal de 200 ISO. Aproximadamente. Cuando los pasos de diafragma se ajustan por medios pasos, y las velocidades de obturación por pasos enteros, lo cierto es que tiene poco sentido decir si hay diferencias entre un IE 125 o 160,... o un IE 160 o 200. El error que cometemos al exponer puede comerse esa diferencia en sensibilidad. Pues nada. Aproximadamente, casi un paso de sobreexposición para este primer carrete.

No me disgusta el color que ha quedado, y eso que he la situación era de luz de sol en horas centrales del día, con algún que otro contraluz. Sin embargo, esta película tiene más grano que la Kodak Portra 400 expuesta a IE 200. Y quien sabe si también a su sensibilidad nominal de 400 ISO. Pero diablos,... cuesta la tercera parte.

Bueno. Seguiremos buscando un compromiso entre calidad y precio.